Usa una contraseña fuerte y única:
Asegúrate de que tu contraseña sea larga (al menos 12 caracteres) e incluya una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
Evita usar contraseñas obvias, como tu nombre, fecha de nacimiento o combinaciones simples.
Habilita la autenticación en dos pasos (2FA):
Activa la verificación en dos pasos para agregar una capa extra de seguridad. Esto generalmente implica un código que se envía a tu teléfono o una aplicación de autenticación cada vez que inicias sesión.
Mantén actualizado tu software:
Asegúrate de que tu sistema operativo, navegador y aplicaciones estén siempre actualizados. Las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad importantes.
Revisa los permisos de las aplicaciones conectadas:
Verifica regularmente las aplicaciones o servicios de terceros que tienen acceso a tu cuenta de correo. Elimina aquellos que ya no usas o no reconoces.
Cuidado con los correos sospechosos:
No abras correos ni hagas clic en enlaces ni descargues archivos adjuntos de remitentes desconocidos. Los correos de phishing pueden parecer legítimos, pero buscan robar tus credenciales.
Usa un proveedor de correo confiable:
Elige un servicio de correo electrónico con buenas prácticas de seguridad, como el cifrado de extremo a extremo y opciones de privacidad avanzadas.
Cifra tus correos electrónicos:
Si necesitas enviar información confidencial, usa un servicio de correo que ofrezca cifrado o una herramienta de cifrado como PGP o S/MIME.
Desconfía de las solicitudes de información personal:
Los atacantes a menudo intentan obtener tu información personal a través de correos electrónicos falsos. Ningún servicio legítimo debería pedirte información sensible por correo.
Revisa la actividad de tu cuenta:
Muchos proveedores de correo electrónico te permiten ver un historial de actividad, donde puedes verificar inicios de sesión y otros cambios en tu cuenta.
Usa contraseñas únicas para cada cuenta:
No uses la misma contraseña en múltiples servicios. Si una cuenta se ve comprometida, las demás estarán seguras si usas contraseñas distintas.
Sé el único que usa tu cuenta:
Asegúrate de que solo tú tengas acceso a tu cuenta de correo. No permitas que otras personas utilicen tu cuenta, ya que esto pone en riesgo la seguridad de tu información personal.
Mantener tu correo electrónico seguro es esencial para proteger tu información personal y evitar posibles fraudes o ataques cibernéticos. Siguiendo estos consejos, como usar contraseñas fuertes, habilitar la autenticación en dos pasos y ser cauteloso con los correos sospechosos, podrás reforzar la seguridad de tu cuenta. Recuerda que la protección de tu correo es tu responsabilidad, y pequeños ajustes en tus hábitos digitales pueden marcar una gran diferencia.
No subestimes la importancia de mantener tu cuenta bajo control y asegúrate de ser siempre el único con acceso. ¡Tu seguridad está en tus manos!
Comments